lunes, 11 de marzo de 2013

Principio de Oquedad.


El último silencio
te decía
El infinitísimo silencio
 tenía
tu voz antes de irse.
Ahora vivo en un mundo
de cosas que callan contigo
en un lugar de acontecimientos indecibles.
Soy los ruidos sin nombre
las afonías de los muebles,
las cañerías que gotean y asustan
y dan sentido a la noche.
La que se mira en el espejo y no te encuentra
la que en el hueco ensaya tu ausencia
como si pudieras oírme 
muda, recién yo
persisto en esta ingenua flexibilidad de la luz
efecto de hondura en mis palabras
que ya no ruedan en la hierba como antes
porque te has ido y el silencio no sabe a que atenerse. 

(tachado)
Como si un eco de mí resistiera 
en la memoria de tu piel
letra a letra.
Y no. Y no. Y basta.
El cielo nimio del recuerdo
Guarda, además de ti, lo que ya no vuelve.  



No hay comentarios:

Publicar un comentario