Se apaga la voz. Se enciende el foco azul. Es capaz de
perturbar el apacible silencio de una pared blanca. Alguien apoya su blanca
espalda en la blanca pared. Alguien quiere escuchar la voz que se apaga cuando
se enciende el foco azul. Ese alguien
soy yo. Quizás sea una señora con arrugas en las rodillas.
Antes de que se apague la voz. La voz de ti, tu viva voz que
va muriendo. Dice no sé, cosas sobre la memoria, el olvido. Marchitas tras un
empacho de pastillas. Entonces ¿Qué queda de ti? ¿qué queda de ti? Tras tragar
saliva, tras repetir una frase antes equivocada como una mancha que tu lengua recorta.
Se recortan también las opacidades en el aire.
¿Qué te queda a ti?
Tras acomodarte el cojín a la altura de los riñones ( 3
veces desde que llegué, tres veces). Tras fingir ( malfingir) que no hay un
vacío después del dolor.
- no es que no haya dolor
no es que no haya vacío
Es que no hay después.
Se apaga la voz.
Se enciende el foco azul.
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