domingo, 19 de febrero de 2012

No me pertenezco.
mis manos, mis extremidades azules
mi saliva y el vaivén a tu boca
el cabello ceniza cuando no le da la luz
la sombra de mis ojos
los trazos sueltos de mis uñas a tu espalda
Te los he dado,
en un macabro festín de carne
y tú has esbozado otra valsa de la medusa.
No pretendas más
no me pertenezco
ni son de mí mis labios
aunque sepan decírtelo
ni los espacios entre mis pestañas
ni los huesos de mis caderas
 ni los lóbulos de mis orejas
te los he dado

sin embargo no soy mía.

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