martes, 26 de junio de 2012




Qué vida recíproca nos perdemos
mientras solo importa la reflexibidad
del verano en el yo
un billete de ida del sol y la sal
que hacen de la piel
una desgarradora mezcla
que sucumbe al recuerdo de tus dedos
y que abre a su vez
su boca porosa
para reclamarte en ocasiones
( no te hagas la dormida
que la noche dice aún, siempre y todavía)
Llegas entelequia de mi alma
te trae la playa de tu ser
Vienes desde donde ya solo imagino
un rincón florido,
mi trozo abandonado de Andalucía.
te arrastran los mares de tus ojos
tus pies descalzos de uñas rojas escarchados de arena
tu espalda dorada quebrada por el horizonte
que forma el tirante blanco
pero nadie puede romper tus simetrías 
sí corregir tus colores de vuelta.


Voy a sumergirme en este discontinuo oleaje de olvidos
puede ser que si los uno se reavive tu memoria
Voy a leerte en voz alta Chau número tres
puede ser que Mario crea que nos lo creemos.








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