domingo, 13 de enero de 2013

Solo bajo el amparo de la noche
Pueden perpetrarse
delitos de carne o
los actos más voluntariamente metapoéticos.
Solo cuando se rinde el día
 y cae a horcajadas sobre una montaña oscura
 puede escribirse, por ejemplo,
una luna sobre el lago cristalino de tu espalda.
Un lunar sobre la negra piel del blanco firmamento.

 Solo cuando los objetos son sombras,
a veces incluso otros objetos,
pueden tus labios ser sinalefa de los míos
 pueden tus miedos borrarse en mis paredes.
Y así homofonizarte
y que todo suene a ti:
que estalles en el mundo
con esa dulce estructura de existirme
hasta que nos venza el sueño,
prolépsis que tienta a la mañana
en la que te marchas
                                y contigo mi poesía.

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